jueves, 9 de julio de 2009

Análisis de la competitividad como elemento de sostenibilidad y eficiencia en las cooperativas agrícolas







La competitividad es la capacidad de una organización pública o privada, lucrativa o no, de mantener sistemáticamente ventajas comparativas que le permitan alcanzar, sostener y mejorar una determinada posición en el entorno socioeconómico. La Competitividad es concebida como la capacidad de identificar y aprovechar, en un escenario específico, ventajas económicas en un mercado global en forma permanente y sostenible, para ello requiere de actores y condiciones competitivas y de políticas y acciones apropiadas, está tiene incidencia en la forma de plantear y desarrollar cualquier iniciativa de negocios, lo que está provocando obviamente una evolución en el modelo de empresa y empresario.

En la actualidad vivimos en un mundo altamente competitivo debido a la globalización y a los cambios a los cuales estamos expuestos cada día, como lo son lo económico, político, social y tecnológico, es por ello que todas las organizaciones están enfrentando numerosos retos, entre ellos el ser más competitivos, para lo cual deben mejorar sus procesos, desarrollar e implementar nuevas tecnologías, mejorar o cambiar las estrategias de mercado y consigo el posicionamiento de nuestros productos, de igual forma se deben contar con buenos sistemas de financiamiento y poseer un capital humano altamente calificado, todo ello con la finalidad de ser cada vez más competitivos. Es importante resaltar que en nuestro país actualmente no solo compiten las empresas como Compañías Anónimas, Sociedades de Responsabilidad Limitada, Sociedades en Nombre Colectivo Y Sociedades en Comandita sino que también entran a competir las cooperativas, siendo está última la que tiene un mayor compromiso para ser competitiva, estas deberán adaptarse a las aperturas económica, innovaciones tecnológicas y a la concentración empresarial, las cooperativas deben adecuarse a las condiciones exigidas por el mercado para poder mantenerse en este mercado tan competitivo.

Las cooperativas son asociaciones autónomas de personas que se han unido voluntariamente para formar una organización democrática cuya administración y gestión debe llevarse a cabo de la forma que acuerden los socios, generalmente en el contexto de la economía de mercado o la economía mixta. Su intención es hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes haciendo uso de una empresa de trabajo asociado.

La diversidad de necesidades y aspiraciones de los socios, que conforman el objeto social o actividad cooperativizada, define una tipología muy variada de cooperativas, una de ellas es la del sector agrícola, las cuales abren oportunidades de mercado a los productores más pequeños en la medida que
eleven su nivel técnico empresarial, se capaciten en asuntos relacionados con la administración de empresas, apliquen el modelo cooperativo, e incorporen elementos que son propios de su naturaleza y, asimismo, promuevan el desarrollo de la competitividad mediante una gestión con visión estratégica. Dentro del contexto de la economía social, las cooperativas son empresas que han surgido como una alternativa para solventar algunos problemas de carácter social como la pobreza, desigualdad, desempleo, entre otros aspectos.

En el plano agrícola, las cooperativas nacen como una iniciativa de los productores para dar respuestas a necesidades que la lógica del mercado no resuelve. Dentro de sus actividades se encuentran: la compra, venta, distribución, transformación de bienes, productos y servicios relacionados con la agricultura, su objetivo es la obtención de un mayor rendimiento de esta actividad y mejorar el nivel de vida rural integralmente. Como organización, representan un mecanismo institucional para insertar a los pequeños productores en la economía nacional, pues facilitan el intercambio de bienes y servicios entre los sectores tradicionales y otros subsectores de la economía permitiendo que estos se beneficien con la transferencia de tecnología.

En América Latina existe una gran experiencia en cooperativas agrícolas, que se han mantenido a través del tiempo a pesar de las adversidades, entre ellas se mencionan las establecidas en Brasil que participan con un 83% en la comercialización del trigo y 68% en la producción de la leche; Colombia comercializa un 35% de la leche fresca y 6% de las exportaciones totales de café; en Chile la Confederación de Cooperativas Campesinas (CAMPOCOOP)
Unificó al movimiento cooperativo.

En el caso venezolano las cooperativas agrícolas aparecen a finales de la década de los sesenta impulsadas por agentes externos al sistema económico como las iglesia, organismos gubernamentales y agencias internacionales las cuales buscaban mejorar las condiciones de vida de los agricultores, hasta la década de los setenta, la evolución de las cooperativas agrícolas fue lenta, funcionaban 20 cooperativas agrícolas que agrupaban a 7.346 miembros, tendencia que se ha ido incrementando en las últimas décadas. La década de los sesenta representó una etapa importante para el desarrollo del cooperativismo en Venezuela, considerada por algunos como la época de institucionalización del cooperativismo, cuando se formularon los marcos jurídicos, políticos e institucionales de dicho movimiento. En los noventa, con la liberalización del mercado se pretendía poner a competir a los productores locales con los foráneos, sobre la base de las ventajas comparativas y el desarrollo de las competitivas. En este contexto, se generaron una serie de cambios entre los que se encuentran la reorientación del aparato productivo, el
mejoramiento de los niveles de eficiencia, la implementación de estrategias de reconversión, entre otros. Igualmente surgieron experiencias asociativas para responder a las necesidades colectivas de los pequeños productores.


En las regiones andinas, se puede observar la generación de organizaciones que están desarrollando respuestas innovadoras ante los problemas económicos, sociales, culturales. Esto lo podemos constatar particularmente en el Municipio Pueblo Llano del Estado Mérida, las cooperativas se orientaron hacia los servicios de apoyo a los productores agrícolas en todas las fases del proceso productivo, de allí que las organizaciones campesinas representan una condición básica para lograr una articulación en una agricultura globalizada. En este orden de ideas, de acuerdo a la Superintendencia Nacional de Asociaciones Cooperativas (SUNACOOP), las cooperativas han aumentado desde el año 1998 hasta noviembre de 2004 de 820 a 21.784, agrupando casi un millón de asociados. Las actividades más representativas son las relacionadas con bienes y servicios que representan el 51%, seguida de la producción agropecuaria con un 31%, transporte con 10%, servicios sociales 4%; consumo 2%, ahorro y crédito 1%, respectivamente. Para que las cooperativas pudieran funcionar, se crearon organismos crediticios con el objeto de impulsar el desarrollo y mejorar la calidad de las cooperativas. Entre ellos, se mencionan: el Banco del Pueblo Soberano, Banco de la Mujer, Fondo de Crédito Industrial (FONCREI), Fondo de Desarrollo Micro financiero (FONDEMI), Fondo Nacional de Desarrollo Agropecuario Pesquero Forestal y Afines (FONDAFA), Banco Industrial de Venezuela, Banco de Fomento Regional de los Andes y Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES).

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