viernes, 3 de julio de 2009

Caracterización de las pequeñas empresas de confección de ropa y su incidencia en las relaciones laborales




Actualmente en el mundo se esta viviendo un proceso de cambio en gran escala, los analistas y estudiosos del tema, coinciden en que la sociedad industrial, basada en la producción en masa, la energía barata y las economías de escalas, ha llegado a su fin y un nuevo paradigma industrial y social está emergiendo, impulsando a las pequeñas empresas en todos los ámbitos del quehacer humano y particularmente, en la producción y la economía. Este nuevo paradigma industrial cambia no sólo las prácticas empresariales, sino también el actual paradigma de desarrollo a partir del rol que juega la pequeña empresa en los procesos de desarrollo de los países emergentes.


Durante los últimos años el Estado venezolano viene diseñando e implementando políticas dirigidas a fortalecer las pequeñas empresas, con el propósito de abrir la economía y el mercado nacional a la competencia y a la inversión de nuevos actores. Asimismo, se quiere alcanzar una mejor distribución del ingreso que propicie el logro del equilibrio económico y la reactivación del aparato productivo, para alcanzar estos propósitos entre las líneas de acción se encuentra la protección y fomento de la economía social, como una estrategia para la democratización del mercado y el capital y así buscar la participación en el mercado de nuevos actores económicos, tales como empresas familiares, asociaciones comunitarias, cooperativas, pequeños empresarios y las empresas de producción Social.

En Venezuela las pequeñas empresas vienen conformándose como microempresas familiares informales, las cuales funcionan en un solo local que generalmente es la casa del dueño, orientan su producción hacia pequeños mercados, no cuentan con financiamiento y los trabajadores, por lo general, son familiares. Otra forma de organización son las microempresas familiares con acceso a crédito formal, que operan con pocos trabajadores, en su mayoría parientes del dueño, tienen acceso a créditos formales por intermedio de la banca o del Estado, tanto para inicio de las operaciones como en etapas posteriores, lo cual permite el desarrollo de la empresa. Las microempresas conducidas por un profesional, operan con una inversión relativamente alta, utilizan maquinaria moderna y emplean mano de obra compuesta por personas que no hacen parte de su entorno familiar. Por otra parte, se encuentran las cooperativas, que poseen características muy particulares, por ser, asociaciones autónomas de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus comunes necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales, por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente administrada.

De acuerdo a lo expresado anteriormente y tomando en cuenta que las pequeñas empresas de confección pueden crearse por grupos familiares o por un profesional experto, pero sin perder de vista su inserción en una economía capitalista, se puede caracterizar la organización del trabajo como simple, sin una estructura jerárquica o flexible formalmente definida, que concentra sus acciones y a los trabajadores en un mismo espacio, realiza tareas rutinarias e individuales sobre partes del producto que luego es ensamblado, bajo las especificaciones y el control del dueño.

La estructura y dinámica de las pequeñas unidades productivas que son emprendidas con muy poco capital y operan al margen de la legalidad, han sido poco estudiadas en la realidad venezolana. Por tal razón, las mencionadas Microempresas de confección fueron tomadas como unidades de análisis, ya que tienen en común la condición de ser microempresas familiares, que se caracterizan por generar una actividad con fuerza de trabajo excluida del mercado formal de trabajo; el número de ocupados por unidad es muy pequeño, en promedio de 5 trabajadores, y cuando existe una demanda que rebasa su capacidad productiva, contratan máximo tres trabajadores hasta cumplir con la producción.

Las pequeñas empresas de confección de ropa, desde el punto de vista gerencial están inmersas en un híbrido conformado por principios del taylorismo y de flexibilización, lo cual no les garantiza participar en el mercado y competir de acuerdo con los parámetros exigidos en la actualidad. Además, existe una ausencia de planes formales de producción, y de estrategias que les permita detectar las oportunidades del mercado y las debilidades y fortalezas de su competencia. El escaso conocimiento del mercado, su forma precaria de organización y de producir, así como el aislamiento dentro del sector, hace que no puedan adaptarse, compartir responsabilidades, con el fin de aumentar la calidad de sus productos y lograr una producción competitiva.

La flexibilidad laboral es una estrategia vinculada a la incertidumbre y en general se orienta hacia la reducción de costos y al incremento de la productividad Los efectos que produce la flexibilización en los trabajadores, permite señalar que al igual que en las grandes empresas se acentúa la explotación y se genera el desempleo estructural, debido a las contrataciones atípicas que crean las condiciones para la precarización y segmentación de la clase trabajadora.

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