domingo, 24 de mayo de 2009

La lógica de la Academia y las contradicciones con la lógica del poder El caso venezolano y la Revolución Bolivariana







El poder es la facultad que tiene una persona para exigir y obtener de los demás un comportamiento determinado. La lógica del poder en Venezuela sigue los dictados de una hegemonía .
Actualmente en Venezuela se aplican dos preceptos: todo dentro de la revolución, nada fuera de ella y del mismo modo nada sin que el líder lo conozca y apruebe. En nuestro país la evolución como fenómeno histórico es aún una materia por definir, pues, si bien reclama ser un proceso revolucionario, se halla dentro del formato de una democracia que alguien pudiera llamar burguesa. La situación actual del país hace que organismos tan importantes como lo es la ONU diga que nos encantaría apoyar un país latinoamericano como miembro del Consejo de Seguridad, pero hoy Venezuela es fuente de división y conflicto en la región, lo que hace imposible un apoyo de Chile a ese país.

Por otra parte, Chávez y el chavismo tienen numerosos sectores que le apoyan y continúan apoyándolo. De hecho Caracas se ha convertido en un polo ideológico de atracción ya que muchos intelectuales han venido a la capital venezolana a observar de cerca el proceso revolucionario, incluyendo una especie de tour revolucionario que se hace en la ciudad a los visitantes extranjeros. Dichas visitas, en muchos casos, son financiadas por el propio gobierno venezolano, que suele agasajar a plenitud, al parecer, concediendo a los visitantes extranjeros el tratamiento que comúnmente se denomina de cinco estrellas. A si mismo el gobierno venezolano se va alejando cada vez más del concepto formal de la democracia, de la separación de los poderes, las elecciones transparentes, la administración pública confiable, las políticas públicas contemporáneas, todo esto en el sentido realista de las proporciones que, ciertamente, definen a Venezuela como un país que parece querer actuar en el mundo más allá de sus propias fortalezas.

En el caso venezolano el poder parece imponerse a la Academia, ya que terminamos observando el discurso revolucionario venezolano en toda actividad y la propaganda oficial hace visible al líder de la revolución, que es al mismo tiempo jefe del Estado, en toda forma y medios como la radio, televisión, afiches, pancartas, pendones colgados de los edificios, de modo tal que comienza a operar en el país una táctica de saturación.
Es importante resaltar que precisamente buena parte del pensamiento revolucionario es ir más allá de la modernización y de la racionalidad que ha prevalecido hasta ahora, así como observar que, a inicios del año 2007, la revolución avanza a una tercera fase, al menos en materia educativa: de la fase convencional que heredó el actual gobierno, un sistema exitoso en tanto formó el liderazgo revolucionario, la fase de las misiones, el aparato paralelo al convencional y ahora los motores, que señalan la sustitución del sistema convencional por el sistema propio de la revolución, que llaman los motores, entre ellos, Moral y Luces, destinados a crear el nuevo hombre, la nueva sociedad y hacer en la práctica el ideal del socialismo del siglo XXI.

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